EL HUECO SECRETO

El viejo toril tiene una segunda vida, ya no alojará el toro del pueblo, pero seguirá siendo un edificio de servicio público, generando simiente para nuevas ideas y proyectos que nacerán en los próximos meses.

Ha sido necesario reformar el edificio para adaptarlo a sus nuevas funciones, y las obras se han dilatado durante mucho tiempo para poder instalar tejado y ventanas nuevas y rejuntar la vetusta fachada de piedra con un aislamiento adecuado.

Los viejos edificios de piedra ofrecen multitud de oportunidades para los pequeños animales, sirviendo de refugio y lugar de anidamiento entre sus oquedades.

Con la reforma, el viejo toril ha perdido los huecos secretos donde anidaban los pájaros, así que no hemos querido olvidar a sus anteriores inquilinos y hemos instalado una caja nido diseñada para pequeños páridos.

Los carboneros y herrerillos tienen ahora un ático a estrenar en la zona más exclusiva del edificio, a salvo de la lluvia, la nieve y los vientos del norte y con unas magníficas vistas.

Ojalá se acerquen esta primavera a compartir su lugar de cría con nosotros. No hay nada más inspirador que ser testigos del enorme esfuerzo de estos pajarillos por sacar a adelante la pollada del año.

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